"Alto soto
de torres que al
ponerse
tras las
encinas que el celaje esmaltan
dora a los
rayos de su lumbre el padre
Sol de
Castilla;
bosque de piedras que
arrancó la historia
a las entrañas
de la tierra madre,
remanso de
quietud, yo te bendigo,
¡ mi Salamanca
!
Miras
a un lado, allende el Tormes lento,
de las encinas
el follaje pardo,
cual
el follaje de tu piedra, inmoble,
denso y
perenne.
Y
de otro lado, por la calva Armuña,
ondea el trigo,
cual tu piedra de oro,
y entre los
surcos al morir la tarde
duerme el
sosiego.
... ..."
(Salamanca)
ver
tamaño mayor >>> |

|
Obra expresionista,
pero que guarda aún la fidelidad necesaria al personaje
representado, como para que se le reconozca con facilidad.
Sin embargo, queda
por resolver la diferencia de lenguajes existentes en su labrado,
creando cierta confusión al contemplarlo, quizás para reflejar la
atormentada y angustiosa vida del profesor y rector
"salmantino". |