El tren que traía a Carlos Deza de
Alemania le dejó en la estación del Este, a las nueve de la
mañana. Se informó. La salida más cómoda para España era a la
misma hora, desde Austerlitz. Tenía por delante un día entero casi
vacante, porque la visita a don Gonzalo Sarmiento le consumiría
poco rato. Dejó consignado el equipaje, y con un maletín en la
mano se metió en la ciudad. Calculó la distancia hasta un café
donde otras veces acostumbraba a desayunar, y, por gastar el tiempo,
marchó a pie. Mientras desayunaba, pidió el periódico, y se
enteró de lo que acontecía en Francia, en el mundo y también en
España.
(Los
gozos y las sombras)
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Mayoral, escultor de la tierra, refleja en esta
talla en bronce, en la que concentra arte y sabiduría, un gran
realismo y vivacidad, logrados ambos gracias al recuerdo y
conocimientos de la persona representada y que fue realizada como
homenaje a un gran escritor y amigo.
El lugar elegido para su emplazamiento ha sido el interior
de la cafetería Novelty junto a la mesa que ocupaba el escritor
habitualmente con su bastón y en la posición y el gesto típicos
en él.
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