El Renacimiento
En el caso español, la aparición importada de Italia del llamado Renacimiento, coincide cronológicamente con el inicio de una nueva dinastía (Austrias), por lo que recibe el mismo rechazo inicial que la recién llegada Casa Real; frente a esta estética se alza, como baluarte de los buenos-viejos-tiempos pasados, el Gótico, con lo que la producción auténticamente catalogable como de renacentista se limita a la inspirada desde el poder por el Emperador Carlos I.

Palacio de Carlos V en Granada

Según las últimas tendencias de investigación artística, parece demostrada la existencia de más de un Renacimiento en los ambientes artísticos europeos. En todos los ámbitos en los que el llamado Renacimiento se desarrolla, encontramos las siguientes características:

  • Desarrollo del capitalismo mercantil.
  • Alza de la burguesía a de las clases medias.
  • Preocupación social por el conocimiento de la Naturaleza y su aprovechamiento.

Estas características no parecen darse en el caso español, por lo menos de modo general.

En palabras de Fernández Álvarez:

"Lo que considero como más revelador, o si se quiere, como más definidor del ambiente cultural de estos tiempos renacentistas, es el parco número de obras renacentistas frente al muy notable de las religiosas, morales y fantásticas (con cuyo título aludo a los libros de caballería). En este sentido creo que puede afirmarse que, ideológicamente al menos, la sociedad española del quinientos no penetra por las veredas europeas del Renacimiento. E pensamiento europeo iba a evolucionar de muy distinta forma a como lo haría España"(FERNÁNDEZ ÁLVAREZ M; La Sociedad española del Renacimiento; Anaya, Salamanca 1970; Pág. 40,)

El Renacimiento en España se caracteriza por su intento de fundir los nuevos modelos artísticos, procedentes de Italia, con los ideales medievales. Así, mientras el estilo renacentista triunfa en los edificios civiles, en los religiosos se mantiene el Gótico, lo que denota un distanciamiento entre el gusto oficial y el popular.


Arquitectura Renacentista.-

La teoría arquitectónica renacentista era muy amplia, e insistía en la proporción y colocación de los elementos clásicos. Introducía los frontones (ahora también curvos) y las bóvedas de cañón con decoración de casetones. El aumento del volumen de las edificaciones se contrarrestaba con la reducción y localización de los elementos decorativos, valorándose los espacios lisos. El conjunto, en general, transmite una sensación de severa monumentalidad.

Casa de las Conchas (Salamanca)

En las manifestaciones arquitectónicas renacentistas hispanas hay que distinguir dos etapas:

  • La IIª mitad del XVI: estilo Plateresco. Riqueza decorativa sobre todo en las fachadas. Columnas abalaustradas, medallones con bustos o cabezas, festones, etc. Este estilo se extiende por Burgos, Toledo, Salamanca y Sevilla. Arquitectos destacados de este periodo: Alonso de Covarrubias (Hospital de la Santa Cruz, en Toledo), Gil de Hontañón (Fachada de la Universidad de Alcalá de Henares) y Diego de Siloé (Catedral de Granada).

 

Universidad de Alacalá

Universidad de Salamanca

  • Hacia la 2ª mitad del siglo XVI, y coincidiendo con el reinado de Felipe II, se imponen unas formas más puras, caracterizadas por la ausencia de elementos decorativos. El artífice de esta evolución fue Juan de Herrera quien lo plasmó en el Palacio-Monasterio del Escorial, conociéndose este nuevo estilo coma Herreriano.

El Escorial


 

Escultura renacentista.-

Príncipe Carlos

El material escultórico por excelencia de la España renacentista es la madera policromada, mientras en Europa dominan el mármol y los metales fundidos; pero por razones de economía y por tradición del gótico, éstos son sustituidos en España. Cabe destacar dos grandes corrientes escultóricas: la que es desarrollada por artistas italianos que trabajan en España (y que siguen los modelos italianizantes que aprendieran en su periodo de formación) y los propiamente autóctonos (fuertemente influenciados por la estética anterior. A diferencia de la escultura Renacentista Italiana, predomina la temática religiosa y lo expresivo (movimiento), rara vez se refleja el ideal italiano de "belleza". Los escultores Italianos (Fancellí...) ocupan casi por entero el primer tercio del siglo y realizan, sobre todo, monumentos funerarios muy semejantes a los que se hacen en Italia. El segundo tercio del siglo experimenta un auge de los escultores españoles:

- Alonso de Berruguete se anticipa al Barroco desarrollando en sus figuras un extraordinario movimiento -Entre sus obras destaca "La adoración de los Reyes" (Iglesia de Santiago. Valladolid) y el "Sacrificio de Isaac".

El sacrificio de Isaac

Juan de Juni obtiene composiciones de gran armonía en las que consigue un perfecto equilibrio entre masa y movimiento, Sus obras: *El Santo Entierro (Cat. de Valladolid), "La Piedad (Cat. Segovia), etc.

El Santo Entierro


Pintura Renacentista.-

Mona Lisa

 

Al igual que sucede en las restantes artes, en la pintura vamos a asistir a una evolución que conduce desde el gótico florido a las formas más a menos italianas del Renacimiento romano y a las propias de la pintura flamenca, sí bien en muchos de los artistas renacentistas se pueden ya advertir rasgos manieristas (e incluso barrocos): manierismo que es contemporáneo al clasicismo o muy poco posterior.

Durante la primera mitad del XVI destacan Juan de Juanes y Berruguete, ambos catalogables como manieristas. En la segunda mitad se distinguen dos grupos de pintores manieristas: los que trabajan para la Corte y los que lo hacen para particulares. Del primer grupo podemos destacar a Alonso Sanchez Coello, el mejor retratista de la Corte de Felipe II; entre sus obras abundan retratos del Príncipe Carlos, Isabel Clara Eugenia y Felipe II. En el segundo grupo encontramos figuras tan señaladas como Luis de Morales, autor de innumerables vírgenes, y El Greco.

Felipe II

Isabel Clara Eugenia

Virgen con Niño

 

El Greco es, sin duda, el principal representante de este periodo. Abandonando su preocupación por las formas para afrontar una nueva técnica de luces y colores, alcanzó un estilo propio con sus figuras alargadas y de violentos escorzos. El "Martirio de San Mauricio", "La Adoración de los Pastores" y el "Entierro del Conde de Orgaz" constituyen la más conocida muestra de su obra. El conjunto de su producción artística cayó en el más triste de los olvidos. Infravalorada, tuvo que esperar a la llegada de corrientes pictóricas como el fauvismo e impresionismo (siglo XIX) para su revalorización definitiva.

                

El caballero de la mano al pecho

Entierro del Conde Orgaz


<<< volver al insti

Página principal

Renacimiento Barroco (introd.) >>>

Barroco >>>

Velázquez >>>