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Da el sartenazo quien tiene la sartén por el mango.
Da limosna, oye misa, y lo demás te lo tomas a risa.
Dame pan y llámame tonto.
Dar gusto, da gusto.
Darle castañas al castañero, tiene salero.
Date prisa, pero no corras.
De donde menos se piensa, salta la liebre.
De donde no hay, no se puede sacar.
De dos bienes, el mayor; de dos males, el menor.
De esta vida sacarás lo que disfrutes, nada más.
De hijos y bienes, tu casa llenes.
De hambre a nadie vi morir; de mucho comer, cien mil.
De hombres leales, están llenos los hospitales.
De inteligentes y de sabios perdonar injurias y olvidar agravios.
De la vista nace el amor.
De lejanas regiones, mentiras a montones.
De lejos llegaran, y de casa nos echaran.
De lejos parecen, y de cerca son.
De limpios y tragones están llenos los panteones.
De los olores, el pan; de los sabores, la sal.
De mujer que es madre, nadie nunca mal hable.
De nadie esperes lo que por ti mismo hacer pudieres.
De necios es huir del consejo.
De ninguno has de decir lo que de ti no quieras decir.
De noche todos los gatos son pardos.
De padres cantores: hijos jilgueros.
De refranes y cantares, tiene el pueblo millares.
De sabios es variar de opinión.
De suegras y de cuñadas va un carro lleno, mira qué linda carga va
para el infierno.
De tal palo, tal astilla.
De tus hijos sólo esperes lo que con tu padre hicieres.
De un hombrecillo iracundo, se ríe todo el mundo.
De una mentira, ciento se derivan.
Debajo de la manta florida, está la culebra escondida.
Debajo de cualquier yagua vieja, sale tremendo alacrán.
Decir, suele ser señal de no hacer; como ladrar es de no morder.
Decir pares y salir nones, les ocurre a los mamones.
Deja la cama al ser de día, y vivirás con alegría.
Del cuero sale la correa.
Del dicho al hecho, hay mucho trecho.
Del hombre bruto no sale ningún fruto.
Del ocio sale el feo negocio.
Del que tiene dinero, suenan bien hasta los pedos.
Del santo me espanto; del pillo, no tanto.
Del árbol caído, todos hacen leña.
Despacio al pensar, y pronto al ejecutar.
Después del niño ahogado, tapan el pozo.
Después de la tormenta, viene la calma.
Después del palo da'o, ni Dios lo quita.
Desvélate por saber y trabaja por tener.
Días de mucho, vísperas de nada.
Dicen que es malo llegar a viejo, pero peor es no llegar a eso.
Dime con quién andas y te diré quién eres.
Dime de lo qué presumes, y te diré de lo que careces.
Dinero llama a dinero.
Dios aprieta, pero no ahoga.
Dios castiga, pero no ha palo.
Dios es más grande que el mundo.
Dios le da lagañas al que no tiene pestañas.
Dios de da pan al que no tiene dientes.
Dios los cría y el diablo los junta.
Dios no desampara a sus hijos.
Dios no espera año para castigar.
Dios no le da problema a nadie que no pueda resolverlo.
Donde Dios no puso, no puede haber.
Donde está la aguja está el dedal.
Don de hay hambre, no hay pan duro.
Donde hay patrón, no manda marinero.
Donde hubo fuego, cenizas quedan.
Donde la puerta te abren, honra te hacen.
Donde las dan las toman; y callar es bueno.
Donde lloran está el muerto.
Donde manda capitán, no gobierna marinero.
Donde pongo el ojo, pongo la bala.
Dos cojos nunca se miran con buenos ojos; y dos bizcos, con más motivo.
Dos es compañía; tres es multitud.
Dos montañas no se pueden juntar; pero dos piedras sí.
Dos no riñen, si uno no quiere.
Dos por el conejo pelean; y llega el tercero y se lo lleva.
Días se fueron y días vendrán; lo que unos trajeron, otros se lo llevarán