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Habla no cuando quieras, sino cuando puedas.
Habla poco, escucha más, y no errarás.
Hablando del rey de Roma, por la puerta asoma.
Hablando se saben las cosas, callando se ignoran.
Hablar por los codos, aburrir a todos.
Hable bien el que sabe, y el que no, échese la llave.
Hace buena cuenta quien con lo suyo se contenta.
Hace más el que quiere, que el que puede.
Hambre que espera jartura, no es hambre.
Hasta la belleza cansa.
Hasta que a la meta no llegues, no te pongas los laureles.
Hasta que es padecido, el mal no es conocido.
Hasta una hormiga que pierde, duerme.
Hay que romper el huevo antes de hacer la tortilla.
Hay que saber nadar y guardar la ropa.
Hay veces que nada el pato, y hay otras que ni agua toma.
Haz el bien, y no mires a quién.
Hecha la ley, hecha la trampa.
Hierba mala nunca muere.
Hijo de gato caza ratón.
Hijo de tigre: tigrillo.
Hombre amañado, para todo es apañado.
Hombre anciano, juicio sano.
Hombre de buen trato, a todos es grato.
Hombre difamado, peor que ahorcado.
Hombre mezquino, no pida ayuda a su vecino.
Hombre osado, es afortunado.
Hombre prevenido, vale por dos.
Hombre viejo, no necesita consejo.
Hoy por ti, mañana por mí.
Huerta sin agua, y mujer sin amor, no sé qué será peor.
Humildad y paciencia, ambas van por una senda.
Huyendo de la sartén, dio en las brasas el pez.