Echando a perder se aprende.
El amor entra con cantos y se sale con llantos.
El amor no quiere consejo.
El amor es ciego.
El amor es como el fútbol: hay que saber tirar.
El amor es demencia, y su médico, la ausencia.
El amor mueve montañas.
El amor tira más que una yunta de bueyes.
El amor: todo lo sufre, todo lo espera.
El amor vence todo.
El amor y el vino sacan al hombre de tino.
El asno que se cree ciervo, al saltar se despeña.
El buen libro, de las penas es alivio.
El buen hijo, a su casa vuelve.
El buey busca la sombra, porque la sombra no lo busca a él.
El burro busca al otro burro pa' rascarse.
El burro sabe a quién tumba y el diablo a quién se lleva.
El camino malo se pasa rápido.
El casado casa quiere.
El cerdo no sueña con rosas, sino con bellotas.
El corazón conoce la amargura del alma.
El corazón del justo piensa para responder.
El corazón del ñame solo lo sabe el cuchillo.
El dedo malo se corta y se vota.
El desgraciado va por agua al río, y encuentra el cauce vacío.
El día más claro llueve.
El diablo no sabe por diablo, sino por viejo.
El diablo solo tienta a aquel con quien ya cuenta.
El dinero hace al hombre entero.
El empezar es el comienzo de acabar.
El envidioso es de tal ser que no se le indigesta lo que come, sino lo que ve.
El espantajo solo dos días engaña a los pájaros; a los tres se cagan en él.
El espejo no sabe mentir; lo que le dijeron ha de decir.
El éxito es la realización progresiva de u sueño.
El frío conoce al encuero.
El gato escaldado, del agua fría huye.
El gato y el ratón, nunca son de la misma opinión.
El guardia lee como quiera.
El hábito no hace al monje.
El hacer bien a un bellaco, es guardar agua en un saco.
El hambriento, por sorber algo, sorbe el viento.
El hombre, cuando da su cigarro, por la ceniza vuelve.
El hombre, después que le roban, pone candado.
El hombre es un animal de costumbres.
El hombre necio, menosprecia a su madre.
El hombre no sabe para quién trabaja, y la mujer para quién lo tiene.
El hombre que no se equivoca no es humano.
El hombre se arropa, hasta donde la sábana llegue.
El hombre se tuerce, pero no se rompe.
El hombre y el oso, cuanto más feo, más hermoso.
El infierno está lleno de buenas intenciones, y el cielo de buenas obras.
El que huye, obedece.
El indio no mata, lo que mata es la flecha.
El interés es más fuerte que el amor.
El joven conoce las reglas, pero el viejo las excepciones.
El jorobado no ve su joroba, sino la ajena.
El lunes, ni las gallinas ponen.
El martes, ni te cases ni te embarques.
El matrimonio es como el framboyán,primero vienen las flores y después
vienen las vainas.
El mayor desprecio es no hacer aprecio.
El mejor maestro echa un borrón.
El monte tiene ojo.
El movimiento se demuestra andando.
El mucho joder, empreña.
El mucho saber hace sabios, pero no dichosos.
El muerto al hoyo, y el vivo al bollo.
El muerto al pozo, y la viuda al gozo.
El muerto cuando lo cargan se hace el pesao.
El mundo critica, pero no mantiene.
El necio cree que todo lo sabe.
El niño meón, que calaba siete mantas y un colchón.
El no hacer falta y el estorbar, juntos suelen andar.
El nuevo paga novicial.
El ojo del amo engorda al caballo.
El pasajero se conoce por la maleta.
El perfume bueno, viene en frasco pequeño.
El pescador con caña, requiere paciencia y maña.
El pez grande se come al chico.
El pez muere por su propia boca.
El prometer no empobrece; el dar es lo que aniquila.
El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
El que a hierro mata, a hierro muere.
El que a la bestia hace mal, es más bestia que el animal.
El que algo quiere algo le cuesta.
El que anda con cojo, aprende a cojear.
El que anda con lobos, a aullar se enserña.
El que con niños se acuesta, mojado se levanta.
El que bebe alante, bebe agua limpia.
El que da primero, da dos veces.
El que de amigos carece es porque no los merece.
El que dé rosas de comer al burro, cobrará con un rebuzno.
El que el vino no trae, Dios le quite el pan.
El que está arriba, no se acuerda del que está abajo.
El que entre miel anda, algo se le pega.
El que exprimió su limón, se tome su agrio.
El que está y no está por su gusto, que se joda es justo.
El que fácilmente se enoja, hace locuras.
El que hace la ley, hace la trampa.
El que hace uno, hace ciento.
El que jura, miente.
El que la hace, la paga.
El que la sigue, la consigue.
El que le tiene miedo a los ojos, no puede comer cabeza.
El que mal anda, mal acaba.
El que mal vive, poco vive.
El que más hace, es el que menos merece.
El que mucho abarca, poco aprieta.
El que mucho habla, mucho yerra.
El que nace pa' martillo del cielo le caen los clavos.
El que nada debe, nada teme.
El que nada tiene, nada vale.
El que no agradece, al diablo se parece.
El que no arriesga, no gana.
El que no corre, vuela.
El que no engorda comiendo, no engorda lamiendo.
El que no está hecho a bragas, las costuras le hacen llagas.
El que no habla, no yerra.
El que no llora, no mama.
El que nació para estropajo, no sale del fregadero.
El que no sabe, es como el que no ve.
El que no se arriesga, no pasa la mar.
El que parte y comparte, se queda con la mejor parte.
El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe a gloria.
El que presta su caballo para garrochar, y a su mujer para bailar, ná' tiene
que reclamar.
El que quiere azul celeste, que le cueste.
El que quiere moño bonito, tiene que aguantar jalones.
El que ríe el último, ríe mejor.
El que se fue a la villa, perdió su silla.
El que se queja, sus males aleja.
El que se viste con lo ajeno, en la calle lo desnudan.
El que siembra maíz, que se coma su pinole.
El que siembra en tierra ajena, hasta la semilla pierde.
El que siembra tormentas, recoge tempestades.
El que tenga tienda, que la atienda.
El que tiene es el que pierde.
El que tiene las lágrimas hondas, que empiece a llorar temprano.
El que tiene sed busca agua.
El que tiene su cohombro, que se lo eche al hombro.
El que tiene más saliva, come más hojaldres.
El que tonto nace, tonto muere.
El que tonto se fue a la guerra, tonto volvió de ella.
El que tuvo, retuvo, y guardó para la vejez.
El que vende un caballo, es porque patea.
el que venga atrás, que arree.
El saber no ocupa lugar.
El sastre corte y cosa, y no se meta en otra cosa.
El sordo no oye, pero bien que compone.
El sol sale para todos.
El sucio quiere ensuciar al otro.
El tahúr no juega limpio.
El tiempo aclara las cosas.
El tiempo es oro.
El tiempo todo lo alcanza, a la corta o a la larga.
El trabajo mata al asno, pero no mata la amo.
El trabajo no deshonra, dignifica.
El trabajo sin reposo, convierte al amo en un soso
El trompo mientras más lo lían, más baila.
El tuerto es el rey de los ciegos.
El valiente vive hasta que el cobarde quiere.
El vino abre el camino.
El vino se hizo para los reyes, y el agua para los bueyes.
Ellos son blancos y se entienden.
En Abril, aguas mil.
En apurada situación, haz de tripas corazón.
En boca cerrada no entran moscas.
En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso.
En camino largo, corto el paso.
En carrera larga, hay desquite.
En carrera larga, no se pisa base.
En casa de mujer rica, ella manda y ella grita.
En casa de sinvergüenza, todo el mundo es suyo.
En casa de viejo, no faltará un buen consejo.
En casa del ahorcado, no se menciona la soga.
En casa del herrero, cuchillo (cuchara, asador, martillo,...) de palo.
En casa del jabonero, el que no cae, resbala.
En casa del ladrón, te roban hasta la respiración.
En casa del músico, todos saben cantar.
En casa del pobre, la alegría dura poco.
En chica cabeza, caben grandes ideas.
En cosos de su provecho, hasta el más tonto es cuerdo.
En el país de los ciegos, el tuerto es el rey.
En el peligro se conoce al amigo.
En este mundo traidor, al mejor tratan peor.
En la cárcel y en la cama se conocen los amigos.
En la necesidad se conoce la amistad.
En la vivienda del pobre, la casa siempre es enorme.
En larga jornada, la leve carga es pesada.
En largos caminos, se conocen los amigos.
En lo que el hacha va y viene, descansa el palo.
En martes, ni te cases ni te embarques.
En tal mundo vivimos, que para lo que queda por ver, no es nada
lo que vimos.
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura.
Enteramente en balde, no se da nada a nadie.
Entre menos burros, más choclo.
Entre todos la mataron y ella sola se murió.
Envidia, ni tenerla, ni temerla.
Eras como San Nicolás: me lo quitas después que me lo das.
Errando, errando, se va acertando.
Es como el cilindro, que cualquiera lo toca pero ninguno lo carga.
Es como el maestro Ciruela, que no sabe leer y pone escuela.
Es como la gatita de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano.
Es como levar leña para el monte.
Es costumbre de villanos, tirar la piedra y esconder la mano
Es de sabios cambiar de mujer.
Es el mismo músico, pero con diferente son.
Es el mismo perro, pero con diferente dueño.
Es la misma cosa, pero con diferente nombre.
Es la misma gata, pero revolcada.
Es mejor callar, que con tontos hablar.
Es mejor decir: allí corrió, que allí murió.
Es mejor tres hombres corrientes que uno sabio.
Es viejo, pero no pendejo.
Escarmentar en cabeza ajena es lección barata y buena.
Escoba nueva, barre bien.
Esconder la ignorancia es hacerla creer.
Espera que se acabe el circo para verle la cara a los payasos.
Está todo dicho, pero no hay nada hecho.
Estudiante que no estudia, en nada bueno se ocupa.
Este dicho se lo copié a Valentín, y ni cuenta que me di.